martes, 24 de febrero de 2009
El Museo de Bagdad reabre sus puertas
Hace ya unos años me propusieron un viaje que luego se convirtió en inolvidable. En el curso inmediatamente superior al mío de la Facultad de Bellas Artes habían organizado un viaje del ecuador a Irak y no había muchos alumnos a los que les apeteciese pasar 15 días visitando la cuna de la civilización, invitados por el gobierno iraquí y el ministerio de cultura español. Fuimos diez alumnos y dos catedráticas, una de restauración y otra de historia del arte, a un país que reconozco que en ese momento tuve que mirar en el mapa para saber donde estaba.
Por supuesto visitamos el Museo de Bagdad donde quedamos impresionados por las piezas que vimos en un museo solitario, no por ser una visita privada sino por la falta de visitantes; pero por otra parte bastante decepcionados ya que las piezas más conocidas, aquellas que conocíamos por los libros eran meras reproducciones como el código de Hammurabi , La Estatua de Gudea o Estatua anepigáfica(ambas en el Museo del Louvre) La leona herida o el carro de Assurbanipal (ambas también en el British Museum). Cuando fuimos a Nínive los Toros alados con rostros humanos estaban en el Louvre, al menos en Babilonia quedaban bastantes frisos de animales esmaltados que se habían salvado del expolio por ser las excavaciones recientes.
Ahora El Museo Nacional de Bagdag ha reabierto sus puertas tras haber permanecido más de seis años cerrado tras la invasión anglo-estadounidense de marzo de 2003 y al saqueo que sufrió en los días posteriores a la toma de la capital iraquí. Aunque EEUU ha devuelto bastante de lo que habían saqueado, así como Siria y Jordania, les queda una gran tarea de recuperación de sus piezas más valiosas ya que al fin y al cabo todas fueron robadas.
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O sea que los americanos no han sido los primeros saqueadores de los tesoros artísticos de la antigua Babilonia. Rogemos que sean los últimos.
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