domingo, 4 de enero de 2009

Historia de un permiso



Ahora cuando todos, queramos o no, llevamos una cámara de fotos incorporada a nuestro teléfono móvil, llegué a pensar que se puede fotografiar cualquier cosa interesante sin dar más explicaciones.
Así que cuando encontré en un Punto Limpio de mi barrio una gran cantidad de neumáticos, saqué mi cámara y me dispuse a fotografiarlos.
-No está permitido hacer fotos- me dijo una voz firme.
Tras explicarle para que las quería me facilitó el teléfono del encargado, quien me atendió con una amabilidad probablemente dictada porque su mujer también es pintora como yo. Me indicó que debía dirigirme al Ayuntamiento que era el propietario del Punto Limpio y que me diera prisa ya que estaba esperando que en cualquier momento vinieran a recoger los neumáticos.
Ayuntamiento, 2º piso, Área de Medio Ambiente, explicación sobre lo que iba a hacer con las fotos, llamada al concejal para consultar sobre el tema. Planta baja, hay que rellenar una solicitud explicando porque quiero fotografiar neumáticos. La relleno y la entrego.
Se pondrán en contacto conmigo en el plazo más breve posible.
Al cabo de una semana me llaman para decirme que el permiso está concedido y que en cuanto llegue la carta podré hacer mis fotos.
Otra semana más de espera y la carta está en mi poder, con un número de teléfono con el que debo contactar antes de hacer las fotos.
Lo marco. Las llamadas entrantes están restringidas. Un día tras otro, lo mismo.
Con la carta en una mano, la cámara en otra y la duda de que sigan los neumáticos en el mismo sitio, vuelvo al Punto Limpio.
-El teléfono que le han dado está equivocado- me aclaran.
Tras un par de llamadas todo se resuelve y puedo hacer mis fotos ante la mirada intrigada de los vecinos que llevan sus periódicos y vidrios al Punto Limpio.


3 comentarios:

  1. Mareta, muy kafkiana la historia que relatas y muy reveladora de cuanto miedo le tienen ciertas autoridades a que se hagan y se divulgen imagenes de los desechos de la civilizacion del automóvil.

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  2. Pues sí, en realidad lo que note fue miedo a la utilización de las fotos. Sobre todo a una mala utilización.
    Una pena no poder ir de paparazzi.

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  3. Así es la vida amiga mía, en el Retiro si vas con trípode no te dejan, y si vas sin trípode si.
    Como ves las normas, las hacen los mas tontos.
    Enhorabuena por el resultado de los neumaticos, y por tu blog.Lo pongo en favoritos.
    besos

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